Los archivos de la memoria del Alma
Nos conectan con esa parte de nosotros que es en realidad parte del Todo
“Akáshico” viene de ākāśa (akasha), término del antiguo idioma sánscrito de la India y significa alma, espacio, cielo o éter. Según la tradición hindú, los registros akáshicos son los archivos de las memorias del alma.
No es un espacio físico de esta dimensión, sino energético, sin medidas de tiempo (no existe el ayer o el hoy), donde se guardan los archivos que contienen la historia de toda la existencia. Todos los seres tienen su registro. El de las personas es individual. El de las plantas, los animales y los minerales es grupal.
Allí, se archiva todo lo que vivió un alma en sus diferentes reencarnaciones, lo que está viviendo y las cosas que, tal vez, viva en el futuro, pero no desde una forma de adivinación, sino de caminos potenciales. La predicción del futuro no tiene nada que ver con esta disciplina.
Los archivos del alma están dentro de cada uno de nosotros y hacerlos conscientes a través de una lectura, es una forma de superar o entender el origen de diferente miedos, conflictos, ataduras, trabas y hasta problemas familiares. Suele ser común que una persona lleve una lista de temas para abordar en una sesión de apertura de registros, los exteriorice y luego profundice sobre ellos en un espacio terapéutico.
En una apertura de registros akáshicos, el terapeuta o guía, según cómo se lo quiera llamar, será el encargado de abrir los archivos del alma y contestar las preguntas que uno tenga. En el proceso pueden surgir imágenes de nuestra vida actual o surgir escenas o vivencias de nuestras vidas pasadas. Todo lo que haya afectado al alma, de un modo u otro, estará allí, guardado.