A través del movimiento y la pausa se obtiene un fluir constante en la respiración y en la observación de tu cuerpo. La mente logra aquietarse, concentrándose en lo que hace el cuerpo. Fusionamos las vinyasas con una pausa en posturas de hatha. Todo en la vida está en movimiento y la pausa es necesaria para contemplar los cambios que se van produciendo. Asimilamos todo lo trabajado con una relajación y finalizamos con pranayama y una breve meditación-contemplación